Psicoanálisis y ansiedad

Que es la ansiedad
Algún tiempo después de haber pasado el estrés emocional por el fallecimiento de mi padre Ansiedad y estrés, comenzaron las sesiones de psicoanálisis.

Capítulo 17

Aterricé en una sala de una vivienda particular que estaba a sólo unos minutos de mi trabajo. Era estupendo, porque no tenía que dar explicaciones a nadie, me cogía me bocata y me lo comía en el trayecto de ida o en el de vuelta.

María, la psicoanalista, resultó ser una directora de orquesta, que marcaba un ritmo distinto al que yo había visto con Luisa, la asistente social del grupo de terapia ansiedad Terapia de grupo ansiedad. Pasé del ameno 'allegro' al pausado 'adagio' del psicoanálisis.

-"¿Lo mejor?" - Que continuaba con mi camino para encontrar las causas de la ansiedad, de mi ansiedad"

Veréis aún notando la frenada del psicoanálisis, en mi foro interno, sabía que continuaba con el proceso de curar la ansiedad. Estaba claro, que no quería parar, que necesitaba seguir ahondando en los motivos que me habían llevado a la ansiedad. Si en aquellos momentos hubiera elegido otra terapia para la ansiedad, os aseguro que no habría tenido los mismos resultados...porque necesitaba ir descubriéndome poco a poco.

María me ayudó, más que a afrontar el miedo a identificarlo. Ya vendrían tiempos mejores, donde sintiera la fuerza interior necesaria como para sacudir el plumero por los rincones oscuros de mi vida.

Recuerdo de aquellos días, el desconcierto. Yo no estaba acostumbrada a las encuestas sobre mi vida. -"¿Qué era eso de preguntar por mi padre, mi madre, mi hermana o el gato?"- Qué poco me gustaba aquello.

Con el grupo resultaba todo muy camaleónico, me camuflaba con la masa, pero -"¡Ay, amig@!, aquí la cosa cambiaba" -Estaba yo solita y no sé como me las apañaba que siempre acababa contando más de lo que yo misma me había prometido al iniciar la sesión (resistencia a encontrar las causa de la ansiedad!!).

Me sentía como una profanadora de secretos familiares, una traicionera que abría a un público extraño aquellas historias de mi familia. Lo curioso, era ver, como aquello que yo consideraba normal, al salir por mi boca tomaba otro apariencia. Ya no tenía sentido la frase que tanto había oído:

-"Eso es normal. Pasa en todas las familias. Déjalo estar!!!".

Pero aún reconociendo lo extraordinario de algunos retazos de mi legado familiar, después de narrarlo, me lamentaba porque me salía la culpa.

-"¿Entendéis ahora, porque os digo que sólo coloque las puertas? La resistencia y la culpa me impedían soltar la basura que me había hecho tener ansiedad".

-"La vida no nos dá nada para lo que no estamos preparadas" - , me dijo una vez una conocida, y es verdad. Cualquier otro tratamiento para la ansiedad, que me hubiera marcado un ritmo distinto del psicoanálisis no me hubiera valido, porque mi vida en aquel momento, sólo podía girar en 'adagio'.

Necesité más tiempo para encontrar el origen de la ansiedad.

Por hoy me voy, pero os dejo una nota graciosa que me dejó María en mi recuerdos. Después de unas cuantas sesiones, donde combinaba el psicoanálisis con el masaje metamórfico (+ info), empezó a utilizar colonia cuando le tocaba dárme el masaje en los pies... -"-"¿Sería para facilitar el propio masaje o por otro motivo? - Je! Je! Je!".

Ahora... recuerda que se aprende a salir de la ansiedad.

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